El resultado obtenido de la razón enfermero o enfermera-paciente constituye una dato central para lograr una atención satisfactoria en los sistemas de salud. Pero, a pesar de que varios estudios así lo determinan, en la práctica diaria generalmente los profesionales de la enfermería de América Latina se enfrentan, lamentablemente, a una sobrecarga de pacientes.

La mayor posibilidad de errores involuntarios, la disminución en la calidad de los cuidados prestados, así como el desgaste profesional asociado, resultan motivos de preocupación constante entre quienes ejercen la enfermería en la región. La falta de criterios unificados, legislaciones y recomendaciones, que permitan abordar dicha problemática, empeora aún más la situación.

¿Cómo afecta la sobrecarga de pacientes a los profesionales de enfermería?

Un metaanálisis de 2018, publicado en European Journal of Cardiovascular Nursing, exploró la situación en el ámbito de los cuidados críticos. La revisión de 35 estudios globales indicó que la mayor disponibilidad de profesionales en cuidados críticos se asociaba a: una reducción en la mortalidad de alrededor del 14%, menores tasas de errores de medicación, menor presencia de úlceras por decúbito y una disminución en la incidencia de neumonías. Además, en este trabajo, el número insuficiente de profesionales desencadenó que los pacientes tuvieran un 22% menos de satisfacción en la atención recibida y un incremento del 35% en la estancia hospitalaria.

Antonia Ballesteros Barrado, enfermera y docente de la Universidad de Islas Baleares (España), analizó dicha evidencia en la revista Ene. Además, allí citó como pionera y referente en investigaciones relacionadas a este tópico a la Dra. Linda Aiken. El trabajo de la experta norteamericana ha permitido establecer que la mortalidad, luego de 30 días de procedimientos quirúrgicos habituales, aumenta en un 7% por cada paciente adicional que se añade a la carga de trabajo. Y que, por cada incremento de un 10% de profesionales licenciados se produce una caída de un 5% al 7% de la mortalidad ajustada al riesgo.

“Tener el personal de enfermería necesario para obtener buenos resultados en los pacientes es rentable, porque se evitan complicaciones caras”, ha manifestado a algunos medios la Dra. Aiken. Pero la experta se lamenta de que esto no sea muy tenido en cuenta en la actualidad por responsables de administración hospitalaria.

“Generalmente sustituyen enfermeras tituladas por profesionales menos formados, para abaratar costos”, dice la Dra. Aiken.

La situación laboral en España

Algunos medios de comunicación, han prestado atención recientemente a planteos que surgen desde colectivos gremiales de ese país. A partir de una encuesta -elaborada por un sindicato y en la que participaron enfermeros y enfermeras- se ha determinado que ocho de cada diez profesionales españoles considera que el número de pacientes asignados, ya sea en hospitales o centros sociosanitarios, no es el adecuado para ofrecer una atención de calidad.

Los datos obtenidos revelan que en algunos hospitales un profesional asiste hasta a 20 pacientes por jornada. Una cifra que se encuentra muy por encima de los 6 a 8 recomendados por algunas entidades de ese país. Pero, en el ámbito de los centros sociosanitarios las cosas no parecen ir mejor. Según la encuesta, el 33,4% de los profesionales tiene a su cargo 100 personas, un 20,7% hasta 150, y un 14,5% supera dicha cifra.

Eso se encadena con otras respuestas que dan cuenta de la percepción y valoración que tienen los profesionales en su actividad diaria: para ellos existe una falta de tiempo suficiente para atender y prestar cuidados al paciente (81,22%), mayor posibilidad de cometer errores involuntarios (78,30%), déficits en la vigilancia requerida para la seguridad del paciente (60,18%), insatisfacción y malestar del paciente con la atención recibida (39,50%) y peores resultados en salud (26,54%). Por si fuera poco, el 90,1% cree que todo esto se traduce en el aumento de la mortalidad evitable.

Debatir el problema de la sobrecarga de pacientes en enfermería

La enfermera Ballesteros Barrado pide en su artículo mayor investigación y debate en este importante tópico laboral. Menciona los retos que enfrentan los responsables de la dotación de personal. Pasan por encontrar la manera de entender la influencia de los múltiples factores que componen cada entorno de la atención individual. Allí incluye factores inherentes al paciente (niveles de gravedad y dependencia), el ámbito en donde es atendido (flujo de pacientes) y los atributos con que cuenta el personal de enfermería (calificaciones).

En América Latina, la investigación en el área aún es incipiente. Pero un trabajo, que lleva la firma de la Dra. Aiken y fue publicado en The Lancet Global Health, aporta algunos datos para Chile. Encuentra que mejoras en la dotación del personal de enfermería hospitalaria en ese país se asocian con una menor mortalidad, una mayor satisfacción del paciente, menos reingresos y la posibilidad de estancias hospitalarias más cortas. “Aquí demostramos una vez más que una mayor inversión en el personal de enfermería salva vidas y mejora la capacidad hospitalaria”, comenta la Dra. Aiken en el citado artículo.