La licenciada en nutrición y Directora de la Carrera de Especialización Nutrición Clínica- Sede Hospital Posadas (UBA), Marisa Canicoba, analiza las repercusiones, los beneficios y las consecuencias de esta práctica.
La epidemia actual de obesidad es asombrosa en términos de su magnitud y su impacto en la salud pública. Las pautas actuales recomiendan la restricción de energía continua junto con una intervención integral de estilo de vida como la piedra angular del tratamiento de la obesidad, sin embargo, este enfoque produce una pérdida de peso moderada.
Las recomendaciones para bajar de peso con frecuencia incluyen consejos para comer regularmente para evitar hambre, realizando 4 comidas y 2 colaciones, por lo que no ocurre un ayuno intermitente. Sin embargo, la evidencia actual sugiere que los períodos de ayuno no necesariamente conducen a comer en exceso.
Estudios preclínicos muestran la eficacia de la modificación de la enfermedad de ayuno voluntario con la restricción de la ingesta de alimentos sólidos se practica en todo el mundo por motivos tradicionales, culturales o religiosos.
En las últimas décadas el ayuno ha aumentado su popularidad como método para la prevención y promoción de la salud en particular para iniciar un estilo de vida saludable.
Cada día surgen más estudios sobre su eficacia en la prevención y el tratamiento en enfermedades crónicas como: obesidad, diabetes, cardiovasculares, en la prevención de las enfermedades inflamatorias y degenerativas crónicas, durante la quimioterapia del cáncer, problemas asociados con el envejecimiento.
Un artículo de revisión publicado en New England of Medicine, en diciembre de 2019, realizado por el neurocientífico de la Universidad de Johns Hopkins, Mark Mattson, concluye a través de los de estudios en animales y humanos sobre el “Efecto del ayuno intermitente en la salud, envejecimiento y enfermedades”, es decir que el ayuno intermitente cuenta con evidencia científica que avale su uso. Mattsson quien estudió el impacto en la salud del ayuno intermitente durante 25 años y lo adoptó el mismo hace unos 20 años, escribe que esta medida podría ser parte de un estilo de vida saludable.
Es importante determinar a qué tipo de ayuno nos referimos, por supuesto siempre voluntario, con participación activa del paciente.
Las dietas de ayuno intermitente se dividen en dos categorías:
Una de las razones por las que se adopta este tipo de alimentación es el cambio metabólico que produce. Muchos estudios han indicado que los beneficios del ayuno intermitente se asocia a:
Muchas funciones del tracto gastrointestinal tienen ritmos circadianos de sueño-vigilia. Por ejemplo, el vaciado gástrico y el flujo sanguíneo son mayores durante el día que durante la noche y las respuestas metabólicas a una carga de glucosa más lenta por la tarde que por la mañana, es pausible que un perfil circadiano alterado crónicamente puedan afectar la función gastrointestinal y perjudicar el metabolismo y la salud.
El microbioma intestinal impacta en la salud metabólica; su diversidad está regulada por la dieta; y tiene un ritmo circadiano que es arrastrado por señales de alimento.
El ayuno intermitente puede influir directamente en la microbiota intestinal, que es la comunidad microbiana compleja, diversa y vasta que reside en el tracto intestinal. Los estudios sugieren que los cambios en la composición y metabolismo. Por lo tanto, los cambios cíclicos en el intestino, el microbioma resultante de la alimentación diurna y los ritmos de ayuno contribuyen a la diversidad del intestino.
Pero debemos tener en cuenta que un período de ayuno prolongado ( reposo intestinal) también podría reducir la permeabilidad intestinal y , como resultado a la endotoxemia postprandial.
Veamos los beneficios en algunas aplicaciones cínica que menciona el artículo de New England of Medicine: Se ha observado beneficio en:
El ayuno intermitente no consiste en dejar de comer, sino en comer en intervalos de tiempos específicos. Por ejemplo establecer intervalos de 12 horas donde se organicen las comidas y 12 horas donde se ayune, aunque algunos estudios proponen un ayuno de 16 horas y las ingestas durante 8 horas restante.
A pesar de la evidencia científica de los beneficios para la salud el ayuno intermitente y su aplicabilidad en algunas enfermedades, existen impedimentos para la realización:
También podría interesarte:
https://magazine.oceanomedicina.com/actualidad/cancer-de-pancreas-y-alimentacion
Hui Jer Hwang, Ignacio Málaga, Cecilia Curvale, Sandra Basso, Analía Gubitosi y colegas. Pesquisa de lesiones premalignas y cáncer temprano de páncreas en población de alto riesgo. Acta Gastroenterol Latinoam 2019;49(3):192-202 NICE Guidelines: Pancreatic cancer in adults: diagnosis and pancreatic cancer in adults: diagnosis and management, published Feb 2018. https://www.bsg.org.uk/resource/nice-guidelines-pancreatic-cancer-in-adults-feb-2018.html de las Peñas · M. Majem · J. Perez‑Altozano · J. A. Virizuela · E. Cancer · P. Diz · O. Donnay · A. Hurtado · P. Jimenez‑Fonseca · M. J. Ocon. SEOM clinical guidelines on nutrition in cancer patients (2018). Clinical and Translational Oncology (2019) 21:87–93 Cheguevara Afaneh, Deborah Gerszberg , Eoin Slattery , David S. Seres , John A. Chabot ,y Michael D. Kluger . Pancreatic cancer surgery and nutrition management: a review of the current literatura. Hepatobiliar Surg Nutr . 2015; 4 (1): 59–71. doi: 3978 /j. issn.2304-3881.2014.08.07
Suscripción exitosa
¡Muchas gracias por suscribirte
a nuestro newsletter!