Se conmemora en todo el planeta un nuevo Día Internacional de Lucha contra el Cáncer de Mama. Se trata de una fecha que busca despertar conciencia acerca de la neoplasia más frecuente y la causa más común de muerte por cáncer en mujeres a nivel global. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), durante 2020 en Latinoamérica existieron 210.000 nuevos diagnósticos de cáncer de mama y casi 68.000 muertes asociadas.

Para la entidad sanitaria, la implementación y mantenimiento de programas de educación, la puesta en marcha de iniciativas de detección precoz del cáncer, un acceso oportuno a un tratamiento adecuado, así como la eliminación de barreras para la atención medica, son necesarias en la región para mejorar las estadísticas. En ese sentido, una revisión reciente identifica en diversos países de América Latina políticas sanitarias y programas destinados a prevenir la enfermedad. Pero no encuentra una adecuada evaluación de la efectividad que tienen esas estrategias de salud pública.

¿Qué acciones son útiles para la prevención del cáncer de mama?

Para la OPS la prevención debe estar presente en los programas de control del cáncer de mama. Los expertos aseguran que con efectivos programas de prevención hasta el 50% de los casos de cáncer de mama podrían evitarse. Dentro de las acciones que consideran válidas mencionan: aquellas destinadas a modificar comportamientos o estilos de vida, las intervenciones farmacológicas y en casos muy seleccionados la cirugía profiláctica. Pero en sintonía con el artículo citado -publicado por investigadores mexicanos en la revista JMIR Cancer– la organización también deja en claro la falta de estudios que evalúen el impacto de este tipo de actividades.

En la prevención del cáncer de mama resulta vital la identificación del riesgo individual que tienen las mujeres para padecer esta neoplasia. Clásicamente los factores de riesgo han sido divididos en modificables y no modificables. Los primeros despiertan especial interés dado que pueden ser abordados con políticas de salud pública.

Con el foco en los factores de riesgo modificables

El sobrepeso es uno de los factores de riesgo modificables que se encuentra con mayor frecuencia en estas pacientes. Ha sido documentado el rol que tienen los adipocitos en el aumento del nivel de estrógenos circulantes en estas pacientes. Es por eso que algunos trabajos indican que podrían evitarse hasta el 20% de los casos de cáncer de mama con actividad física y pautas nutricionales. El consumo nocivo de alcohol también ha sido relacionado con un mayor riesgo de padecer cáncer de mama. Se cree que sería factible evitar hasta un 14% de los casos de cáncer de mama con la reducción o eliminación de la ingesta alcohólica.

Desde la OPS recuerdan que la lactancia materna reduce el riesgo de padecer cáncer de mama. Algunos trabajos determinaron que para las mujeres, amantar a su bebé puede significar una disminución del 11% en la incidencia de esta neoplasia. Por el contrario, desde la entidad remarcan las dificultades que acarrea el tratamiento hormonal sustitutivo en pacientes postmenopáusicas. Son varios los estudios epidemiológicos que han relacionado a estas terapias con un incremento en el riesgo de padecer cáncer de mama. Es por eso que en la actualidad dichos tratamientos deben emplearse solo de manera muy específica y con una duración limitada.

Factores de riesgo no modificables en la prevención del cáncer de mama

Aproximadamente entre el 5% al 10% de los cánceres de mama son atribuibles exclusivamente a factores genéticos. Los genes más frecuentemente involucrados para contraer este tipo de cáncer son BRCA1, BRCA2, PTEN y TP53. Por ejemplo, se ha establecido que el riesgo de una mujer de 70 años portadora de una mutación en el gen BRCA1 oscila entre el 55% al 65%. Esto ha llevado a contemplar otras opciones, tales como por ejemplo la farmacoterapia preventiva o las cirugías profilácticas.

Según la OPS, la quimioprofilaxis con tamoxifeno, o raloxifeno, ha demostrado en investigaciones reducir el riesgo de cáncer de mama. Pero en líneas generales no ha sido bien aceptada por los profesionales de la salud, ni por las propias pacientes. El empleo de estos medicamentos en la prevención primaria del cáncer de mama requiere de una evaluación cuidadosa sobre riesgo-beneficio. En los países de ingresos altos, las directrices para la quimioprofilaxis generalmente recomiendan administrar tamoxifeno solo a algunas mujeres en riesgo. Son aquellas que no tienen antecedentes, o una mayor predisposición, para padecer enfermedad tromboembólica o cáncer de endometrio.

Según los expertos, las intervenciones quirúrgicas -como la mastectomía profiláctica o la ooforectomía- solo deben considerarse en mujeres de alto riesgo con predisposición genética para padecer cáncer de mama. Aquí es fundamental que las pacientes comprendan los efectos irreversibles que tienen este tipo de estrategias. Por ejemplo, se ha establecido que la ooforectomía en mujeres menores de 35 años está relacionada con una reducción cercana al 50% del riesgo de cáncer de mama. Además existe una disminución del 85% en el riesgo de cáncer ovárico.

Es necesario evaluar mejor las estrategias preventivas

La Organización Mundial de la Salud (OMS) fijó como objetivo reducir la mortalidad mundial por cáncer de mama en un 2,5% anual. Calcula que en mujeres menores de 70 años, cerca de 2,5 millones de muertes por cáncer de mama pueden ser evitadas entre 2020 y 2040. Esta ambiciosa iniciativa se sustenta en un compromiso a largo plazo y la coordinación de esfuerzos para avanzar en el control de esta neoplasia.

La prevención del cáncer de mama resulta un componente central en la lucha contra la enfermedad. Complementa a aquellas acciones destinadas a detectarla y a tratarla de manera temprana. Las intervenciones de salud pública, basadas en modificaciones del modo de vida, son las más prometedoras para dar con esas auspiciosas estadísticas. “Sin embargo, en este momento no puede hacerse ninguna recomendación específica oficial sobre intervenciones concretas”, comentan desde la OPS. Y agregan que “habrá que esperar hasta que se den a conocer más datos”.