Descubren los genes que utiliza la bacteria Brucella para infectar a sus hospedadores, lo que permitiría establecer estrategias de vacunación.
La prevalencia de la brucelosis en el ser humano es desconocida debido, fundamentalmente, al subdiagnóstico y a la subnotificación. Sin embargo, se estima que, a nivel mundial, afecta a 500.000 personas al año. Principalmente, a varones, de entre 30 y 40 años que habitan en ámbitos rurales: veterinarios, laboratoristas, trabajadores de frigoríficos y peones de campo.
En América Latina; Argentina, Perú y México son los países con la prevalencia más elevada de brucelosis. Por este motivo, resulta relevante un trabajo llevado a cabo por investigadores argentinos, que aporta importantes avances para la creación de una vacuna contra la enfermedad.
La investigación, publicada en la revista Frontiers in Cellular and Infection Microbiology, identificó los genes que emplean diferentes especies de la bacteria Brucella, causante de la brucelosis, para infectar a sus hospedadores.
Los autores del estudio comenzaron trabajando con la cepa 1330, utilizada como cepa de referencia dentro de la especie Brucella suis, un patógeno que infecta mayoritariamente a porcinos y, también, a humanos.
La brucelosis es una enfermedad infectocontagiosa de curso crónico que afecta tanto a las personas como a los animales domésticos, la fauna silvestre y los mamíferos marinos.
Es causada por microorganismos del género Brucella spp, que son un grupo de bacterias intracelulares, inmóviles y de crecimiento lento. Se reconocen distintas especies, algunas de ellas afectan a animales terrestres (B. abortus, B. melitensis, B. suis, B. ovis, B. canis, B. neotomae y B. microti) y otras a mamíferos marinos (B. ceti y B. pinnipedialis). Brucella abortus, biovar 1-6 y 9, B. melitensis, biovar 1-3; B. suis, biovar 1,3-5 y B. canis son patógenas en humanos.
Los científicos realizaron experimentos con distintos tipos celulares relevantes en el proceso de infección de la cepa 1330: células óseas, de las articulaciones, del tracto digestivo y de la placenta.
Tras analizar su interacción con las diferentes células en cultivo, comprobaron que tres proteínas (BmaA, B y C) participan en la unión de la bacteria a las células. Estas proteínas reciben el nombre de adhesinas.
De esta manera, se pudo describir el rol de estas adhesinas en células que son blanco de Brucella al momento del ingreso al individuo y en células afectadas por la infección sistémica posterior y que están involucradas en las consecuencias clínicas de la brucelosis.
La generación de respuesta inmune contra estas adhesinas, a través de estrategias de vacunación, puede prevenir el desarrollo de la enfermedad.
Por otro lado, los científicos realizaron un análisis bioinformático y constataron diferencias en los genes que codifican las proteínas BmaA, BmaB y BmaC en las distintas cepas y especies de Brucella que afectan a ganado bovino, porcino y caprino.
Estos hallazgos permiten comprender mejor los mecanismos de virulencia que poseen las bacterias que generan la brucelosis.
Existen varias vías de transmisión de la bacteria Brucella spp al ser humano. A continuación, una breve descripción de cada una de ellas:
Los síntomas en humanos incluyen:
El hallazgo más frecuente, en el 30% a 50% de los casos, es la hepatomegalia y/o esplenomegalia. En 12% a 20% de los casos pueden encontrarse adenopatías. Las manifestaciones focales se evidencian por infecciones supurativas de diferentes órganos o sistemas, incluidos osteoarticular, cardiovascular y sistema nervioso central.
Agencia CyTa-Leloir. Ministerio de Salud de la República Argentina.
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