Una persona parpadea entre 15 y 20 veces por minuto. Sin embargo, se ha demostrado a través de estudios que durante el uso de la computadora y otros dispositivos de pantalla digital, ese parpadeo se reduce a menos de la mitad.
La evolución de la tecnología implica también una mayor dependencia de este recurso. Diariamente, una persona puede estar frente a la pantalla del computador o de un dispositivo móvil casi tantas horas como esté despierta. Y, en años recientes, se le ha confiado a los dispositivos móviles inteligentes la responsabilidad de entretener a los niños desde temprana edad.

¿Puede afectar la exposición prolongada a computadores y celulares la visión del niño? La evidencia ha demostrado que no, aunque al igual que los adultos, los niños son propensos a sufrir del síndrome de visión por computador (SVC).
El SVC es un conjunto de alteraciones del ojo y de la visión que se presenta como irritación ocular, ardor, visión borrosa, epifora, prurito y ojo rojo tras largas jornadas de exposición a la pantalla encendida del computador.

También está relacionado con síntomas extra oculares como dolor de cuello, hombro, brazos, fatiga, entre otros.
La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) estima que el promedio de horas/día frente a las computadoras personales es de 2,5 horas, y que los niños comienzan a ser expuestos por los padres a dispositivos móviles -con acceso a internet- entre los 2 y los 4 años de edad.

Es por eso que un ensayo publicado por la Revista CES Salud Pública identifica a la población pediátrica como la más vulnerable en presentar problemas visuales por el SVC. En tal sentido, la investigación de Echeverri et al analizó 40 artículos de bibliografía relacionada, eligiendo 27 que cumplían con las características deseadas.

En el artículo se hacen recomendaciones al equipo de salud para el diagnóstico efectivo y la atención adecuada del SVC:
• Interrogar al paciente por el tiempo de exposición al computador, ya que los síntomas se manifiestan a partir de 3 a 4 horas de estar frente a la pantalla.
• Es importante tener en cuenta si los síntomas ocurren cuando se mira a corta distancia o cuando se enfoca a larga distancia después de este tiempo de exposición.
• Es importante la duración de los síntomas e identificar si éstos son específicos del funcionamiento del computador o si son una manifestación de realizar un sostenimiento de la visión de cerca por un largo período.
• La estabilidad de la astenopia se caracteriza porque cesan las manifestaciones visuales al suspender la actividad, restableciéndose la función óptica en el 44% de las personas afectadas, mientras otro 12% presentaba síntomas al día siguiente de haber suspendido la actividad.
• Indagar por la presencia de defectos refractivos ya diagnosticados y su tratamiento como: uso de lentes, colirios y medicamentos sistémicos.
• Interrogar por el tipo de monitor al que se ha visto expuesto: si es de tubo de rayos catódico (CRT), plasma, cristal líquido (LCD), LED; tamaño de la pantalla y de la fuente, además de la disponibilidad de luz natural y artificial.

En tanto, el mismo ensayo propone que se realice un examen físico completo para poder detectar signos y síntomas tanto oculares como extra oculares y que incluya lo siguiente:
• Agudeza visual y errores refractivos
• Usar una lámpara de hendidura para evaluar menisco lagrimal y córnea
• Fondo de ojo para evaluar nervio óptico, vasos, mácula y retina
• Test de Schirmer para determinar si hay ojo seco.
• Determinar presencia de cataratas y queratitis punteada.
• Evaluar la presencia de espasmos musculares, limitación en el movimiento, signos de túnel del carpo

Se debe aclarar que la fatiga visual, visión borrosa, cefalea, fotofobia, sensación de ojo seco, cervicalgia y diplopía no son síntomas exclusivos del SVC por lo que debe descartarse otras enfermedades oculares. La visión borrosa, por ejemplo, puede deberse a enfermedades que afecten el sistema refractivo, entre las que están miopía, hipermetropía, presbicia, cataratas, cicatrices corneales o astigmatismo.

El National Heart, Lung, and Blood Institute (NHLBI) de Estados Unidos sugiere que se establezca como límite de tiempo frente a la pantalla unas dos horas por día. Sin embargo, la evidencia citada por la institución demuestra que los niños de entre 8 y 18 años pasan diariamente mucho más tiempo frente a la pantalla:

• Aproximadamente 7.5 horas inmersos en distintos medios de entretenimiento
• Aproximadamente 4.5 horas viendo televisión
• Aproximadamente 1.5 horas frente a la computadora
• Más de una hora jugando videojuegos
• Aquellos que tienen televisores en la habitación pasan una hora más mirando televisión que aquellos que no tienen el aparato
• En cambio, a lectura de libros se le dedica solo 25 minutos por día.