Un estudio presentado en la reunión anual de ASCO sugiere que tener un bebé luego de superar el cáncer podría ser, incluso, positivo
Para la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de mama es el que más incidencia tiene entre las mujeres, siendo este cada vez mayor, por lo que la detección precoz sigue siendo fundamental para mejorar el pronóstico y la supervivencia de las pacientes.
Muchas mujeres, tras superar el cáncer de mama, se encuentran todavía en edad fértil, pero ante el supuesto riesgo de que las células tumorales se activen en su cuerpo después del tratamiento optan -o son recomendadas por el equipo de salud- por no tener un embarazo.
Ahora, un estudio presentado el mes pasado por la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés) en su reunión anual a la que asisten más de 30.000 expertos de todo el mundo, da esperanzas a todas las mujeres que quieran tener hijos después de haber padecido cáncer de mama del tipo más común, el hormonal (ER). La conclusión: no, no hay riesgo de sufrir recidiva (o recurrencia) ni de fallecer. Ni siquiera para las afectadas por receptores de estrógenos positivos (ER-positivo),
Esta investigación, la más grande jamás hecha acerca de la seguridad del embarazo tras padecer cáncer de mama, se realizó de la siguiente forma:
– Se evaluó a 1.207 pacientes diagnosticadas con cáncer de mama no metastásico antes de 2008.
– La totalidad de las pacientes eran menores de 50 años.
– La mayoría (57%) tenían cáncer ER-positivo.
– Más del 40% presentaba factores pronósticos deficientes como tamaño tumoral grande y diseminación del cáncer hacia los ganglios linfáticos axilares.
– Del total, 333 quedaron embarazadas, mientras que 999 pacientes con cáncer de características similares no.
– Fueron 2,4 años de diferencia entre el diagnóstico y la concepción.
– Aunque mujeres con ER-positivo tardaron un poco más: el 23% logró el embarazo en unos 5 años tras el diagnóstico, en comparación con el 7% de pacientes con tumores ER-negativos.
– 25 mujeres informaron haber amamantado a sus bebés después de la cirugía de mama.
Pero la investigación de ASCO encontró otra evidencia aún más positiva, aunque para comprobar su veracidad y efectividad deberán realizarse más estudios al respecto: ¿Podría ser el embarazo un agente protector frente al cáncer ER-negativo? Luego de que el equipo de especialistas realizara el seguimiento medio de los casos por aproximadamente 10 años desde el diagnóstico del tumor, no se encontraron:
• diferencias en la supervivencia libre de progresión (SLP) entre las mujeres que quedaron embarazadas y las que no,
• diferencias entre la supervivencia (libre de enfermedad) en comparación con las mujeres que no quedaron embarazadas, haya o no llegado a término el embarazo,
• diferencias en la supervivencia global entre las supervivientes de cáncer ER-positivo entre las que se quedaron embarazadas y las que no.
Sin embargo, las mujeres con ER-negativo que quedaron embarazadas tuvieron una probabilidad un 42% menor de fallecer a diferencia de aquellas que no estaban embarazadas. Los autores del estudio sugieren que sí, que el embarazo podría proteger a la paciente con ER-negativo, quizás a través de mecanismos del sistema inmune u hormonal, pero no hay suficiente evidencia científica al respecto. Por ahora.
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