Equipo Océano Medicina “Las condiciones se encuentran dadas para el surgimiento de una nueva epidemia de dengue: el calor y el mosquito ya están instalados”. Verano, temperatura y saneamiento. En términos concretos, sólo tres sustantivos independientes entre sí que, bajo parámetros aislados, representan situaciones, contextos y escenarios diversos. Verano, temperatura y saneamiento. En términos generales, […]
Equipo Océano Medicina
“Las condiciones se encuentran dadas para el surgimiento de una nueva epidemia de dengue: el calor y el mosquito ya están instalados”.
Verano, temperatura y saneamiento. En términos concretos, sólo tres sustantivos independientes entre sí que, bajo parámetros aislados, representan situaciones, contextos y escenarios diversos. Verano, temperatura y saneamiento. En términos generales, sólo tres sustantivos independientes entre sí, que bajo parámetros conjugados, devienen en una de las principales alarmas sanitarias a nivel nacional frente al flamante período estival.
Pese a los cuantiosos avances médicos desplegados a lo largo de los últimos años, aún hoy no se hallan nuevos desarrollos en fase de aplicación ante una potencial epidemia de dengue. De este modo, la única y principal herramienta paliativa es la prevención: “el vector, el mosquito Aedes Aegypti, ya se encuentra instalado en la zona metropolitana de Buenos Aires y, por consiguiente, las condiciones se encuentran dadas para el surgimiento de una nueva epidemia de dengue: el calor y el mosquito ya están instalados”, sentencia el Dr. Esteban Rafael Perazzo, Médico Clínico – M.N. 128910, integrante de la Clínica Médica del Sanatorio Mater Dei de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Perazzo, distinguido con el Premio Estímulo 2016 por la Fundación de Estudios para la Salud y Seguridad Social (FESS) junto a su colega Matías Dorronzoro por la investigación Aspectos más destacados de la epidemia de dengue 2016. Nuestra experiencia en el servicio de emergencias, entiende que la prevención del dengue como enfermedad es una situación muy compleja para Argentina debido a que “pone al descubierto todo el sistema de salud nacional”, en el que se debiera conjugar la prevención más directa en el hogar, a través del descacharro de todos los depósitos de agua, y el saneamiento general, que contempla el sistema sanitario de tratamiento en sí mismo.
“Creo que tanto el sistema de salud como el profesional argentino están mucho más preparados para afrontar una nueva epidemia de dengue durante este verano. De hecho, el objetivo máximo de nuestra investigación científica estuvo centrado en lograr una mayor capacitación general en la materia, sobre todo en médicos jóvenes y residentes en áreas de emergencias que no sabían cómo intervenir ante un diagnóstico de dengue”, apunta Perazzo.
Conforme a la investigación desplegada por el equipo de trabajo del Dr. Perazzo, se contemplaron todos los casos de dengue registrados en el Sanatorio Mater Dei de Buenos Aires durante la epidemia que se registró entre los meses de enero y mayo de 2016, la epidemia de dengue más importante de la historia. El trabajo científico constó de un completo abordaje médico: desde las alteraciones en laboratorio hasta la forma de presentación de cada caso, por lo que el aspecto diferencial que fue reconocido con la distinción fue el estudio de la enfermedad tanto desde el punto de vista clínico como desde una perspectiva de laboratorio.
Debido a la potencialidad de un rebrote de la epidemia del dengue durante el verano argentino, se recomienda oficialmente presentar recaudos ante la sintomatología del virus. “Los síntomas de la enfermedad se pueden resumir en fiebre alta con una temperatura mayor a los treinta y ocho grados y medio con menos de siete días de evolución, sin un foco infeccioso claro, es decir pacientes con tos o dolores de garganta, y en general asociado a dolores de cabeza retrocular, dolores musculares, cansancio, mialgia, vómitos y/o dolores abdominales”, subraya Perazzo.
Asimismo, el equipo que lidera el profesional comprende el grado de vulnerabilidad in crescendo que producen los viajes a países del exterior durante el período veraniego, esencialmente hacia áreas geográficas de mayor riesgo de modo que, ante un viaje hacia zonas endémicas como Brasil, se recomienda a los pacientes la utilización de repelentes de mosquitos y mosquiteros, y, en el caso de mujeres embarazadas, se exige un mayor cuidado sobre el virus del Zika dadas las posibles malformaciones que pueden ocasionarle al bebé cualquier picadura del mosquito.
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